Reto: Provocación, desafío, amenaza, incitación, estímulo...

Arte:... ¿Arte? Bueno, es lo que se discutirá aquí.

lunes, 9 de agosto de 2010

¡¿Por qué no soy artista?!

por Montserrat Díaz Luna

A decir verdad, el blog de un amigo me inspiró recientemente a escribir sobre asuntos personales, míos de mí. He aquí un pequeño "manifiesto" que se me acaba de ocurrir.

Yo no me considero una artista. Bueno, para efectos prácticos haré que otros me llamen así, por ejemplo, si tengo que solicitar apoyo económico a alguna fundación para artistas en desgracia. Pero a lo mucho seré una desgraciada. Si acaso, puede que sea una hartista, aunque no comulgo totalmente con los ideales de dicha propuesta.

Sí me atrevo a llamarme pintora, porque creo que si en tu vida has realizado cierto porcentaje de pinturas medianamente aceptables, tienes derecho a llamarte pintor (Vermeer pintó como 20 cuadros a lo largo de su vida, todos extraordinarios; mientras que mi vecina ha pintado como 60 cuadros, todos pésimos). Sin embargo, pintar es un oficio que no me autoriza a llamarme "artista". Para empezar, ¿qué demonios es el arte?

¿Por qué no existe una definición precisa para la palabra "Arte"? En la tele llaman artistas a Bobby Larios, a Thalía y a Martha Chapa por igual; para los geeks no hay arte más elevado que el de los comics y los videojuegos; para los "artistas plásticos" con posgrados, sólo es arte lo que pueden teorizar a a partir de sus creencias y valores. Para los "artistas", casi nada es arte - ¿irónico? -, pero desde otros puntos de vista (me consta porque los he escuchado), cosas tan diferentes como el diseño gráfico, el diseño industrial, la publicidad, el modelaje, el reggaeton y las corridas de toros, son arte. ¿Y saben qué? Creo que todos tienen razón, me agrade o no. ¿Quieren el título de "artistas"? ¡Quédenselo chingaos, se los regalo!

Concluyo que si no existe una definición precisa, es porque el Arte no es una invención que ha permanecido constante a través del tiempo. Desde mi punto de vista, el arte es algo que nace cada día, o a cada instante, y cada vez es una cosa diferente: Un día es un cuadro abstracto, al otro día es una caja de zapatos. Claro que me gusta ver pintura, pero me encanta cuando los pintores escriben sobre otras pasiones. Para mí, el arte no es elitista, ni exclusivo, ni mucho menos subjetivo...sólo es cuestión de encontrar y aprender a amar la esencia de las cosas. Cursi, ¿no? Pero esta es la definición que me deja más tranquila con mi currículum.

ODIO a los artistas. Bola de mañosos, ¿cómo se atreven a excluir al resto de la humanidad?

entrada original en http://monserga-lunatica.blogspot.com/2010/07/por-que-no-soy-artista.html

Delgado hilo rojo.- Estetizar la violencia real.

por Isabella Cerero Tirado



Las ideas concebidas en las mentes de los diseñadores de moda y paridas en las telas suelen ser aplaudidas por los influyentes asistentes a las pasarelas, especialmente en el marco de la semana de la moda en Nueva York, meca de todo lo “chic” y de lo “in”. La pasarela cubierta de confetti fue el camino de las delgadas y elegantes modelos que servían de ganchos para las complicadas y delicadas piezas de Rodarte. Y como es muchas veces en el negocio de la moda, una línea de ropa viene acompañada de una línea de maquillaje, para recrear de forma total el look que tenía en mente el diseñador. Ser una chica Rodarte completa, ser una chica Rodarte de la colección Verano- Invierno 2010 es ser una mujer de Juárez, una muerta de Juárez para ser exacta.

Laura y Kate Mulleavy son unas hermanas de Pasadena, California que han adquirido mucho prestigio con su línea Rodarte y que para esta colección decidieron explorar sus raíces mexicanas, siendo nietas de un minero de Sonora, y tomar como inspiración las mujeres de ciudad Juárez que trabajan en las maquiladoras durante todo el día y se visten a oscuras para llegar a tiempo a sus trabajos, razón por la cuál en algunos de sus ensambles la blusa y la falda no tenían relación la una con la otra. En sus propias palabras: “Hemos creado la idea de caminar dormidas”.

MAC, la empresa titánica de belleza se encargaría de crear y distribuir la línea de maquillaje que incluíria desde sombras de ojos, labiales y rubores hasta esmalte de uñas. Y para nombrar los tonos utilizaron palabras como: “quinceañera”, “ghost town” , “factory” e inclusive “Juárez”.

Esto desató gran controversia dentro de la industria y fuera de ells, en el mundo real. La industria lo calificó como terriblemente malo y de mal gusto porque “Factory” ,como se le llamó a este sueño de Rodarte, muestra un producto abstracto y de consumo, cuando para las verdaderas trabajadoras mexicanas en Juárez, las maquiladoras son lugares cubiertos de sudor, llenos de opresión donde frecuentemente son acosadas, amenazadas, violadas y asesinadas.

MAC, en respuesta a las duras críticas, indicó que iba a donar todo lo recaudado de las ganancias de la edición limitada de la línea de maquillaje para dar luz a la situación que se vive en Juárez y apoyar a las mujeres y niñas en Juárez. Y después iba a cambiar el nombre a sus tonos. Rodarte expresó que nunca quiso minimizar el dolor de las mujeres ni de sus familias al hacer la línea.


¿Arte?

Muchas personas piensan que el estar sentados, viendo pasar prendas hermosamente intricadas y construidas con tanta precisión junto con la música y observar como pasan las siluetas de tela es artístico, es un arte y su creador un artísta. Un performance visual. ¿están en lo cierto?

El Arte está en el observador, el objeto es un objeto, el humano le da las categorías, los adjetivos: feo, bonito, suave, grotesco. El arte captura la realidad, la transforma, la dramatiza, la exacerba y todo esto resulta en confrontar al espectador.

El problema no está en que haya mujeres esquéleticas que caminen en ropa sobrevalorada, el conflicto está en que representan un problema social de todo un país, de todo el mundo: el asesinato de género, el feminicidio. El problema tampoco es que hay 7649 asesinatos de mujeres han ocurrido de 1993 a la fecha, el problema es que hay que respetarlo, hay que callarlo, hay que olvidarlo.



Reescribiendo nuestra historia.

La postura del gobierno mexicano fue mostrar indignación por la pasarela, aceptó la disculpa e hizo mutis. Había acabado la historia, por lo menos así lo imaginé.

Hace unos días me llegó la publicación del gobierno federal Viaje por la Historia de México, por el michoacano Luis González y González. En sus 65 páginas tiene la firme ambición de hacer un resumen claro, conciso y didáctico de la historia de nuestro país, desde los primeros pobladores hasta el final del siglo XX. Desde la presentación de este libro-revista-regalo se dijo que no era una guía al nacionalismo, puesto que el historiador estaba convencido de que no es posible imponer una sola visión del pasado.

A lo que yo contestó: ¡claro que es sencillo! y más cuando hay 27millones de copias listas para repartir. NO PUEDE EXISTIR EL OLVIDO HISTÓRICO A LOS EPISODIOS DE BRUTAL INJUSTICIA SOCIAL. Su formato es una serie de biografías, en su mayoría de hombres porque para los editores la Historia se hacía y se hace por unos pocos.

¿Dónde queda la masacre de 1968? Porque eso fue, una masacre. Le dedican apenas unas palabras: “La represión en 1968 del movimiento estudiantil en Tlatelolco expuso algunas de las fallas del sistema político mexicano”. Siguen existiendo fallas en el sistema político, fallas que vemos todos los días, fallas que permiten que en la calle caminen asesinos y violadores. En el apartado de la biografía de Díaz Ordaz dice: “tuvo que hacer frente a la crisis estudiantil de 1968 que culminó en los lamentables sucesos del 2 de octubre”. ¿Tuvo que hacer frente? El en su informe de gobierno asumió la responsabilidad personal, social e histórica de los sucesos. ¿Comentan algo de las muertas de Juárez? No. ¿del temblor? No. ¿de la crisis? No. ¿no las comentan porque son fallas?..

Los movimientos sociales somos nosotros. Eres lo que lees y de mayor manera si lo que lees es tu historia. Nuestra historia somos nosotros, y nuestra histora contémporanea lo es todo para nuestro desarrollo como seres humanos y como nación por consecuencia. Nuestro Arte como todo el Arte es a veces un grito, aunque nadie quiera escucharlo.

Novedades novedosísimas en los rincones de la pintura mexicana contemporánea

Por Ana Sthal

Pensándolo bien, no es tan novedoso, porque la pintora que a continuación presento lleva diez años detrás de los lápices y pinceles. No sé desde hace cuánto tiempo carga sus tintas con litros de vinagre y limón para producir cuadros de una acidez impresionante. Oscuridad y claridad conviven en su obra: oscuridad en los colores, claridad en los temas y mensajes.

Más claro que el agua, Montserrat Díaz Luna, recientemente ganadora de donaARTE 2010, pinta realidades descaradas, la visión de una mujer que se quitó los lentes rosas y que mira la vida con los pies bien amarrados al piso.

Sin más preámbulo, la liga a la noticia del premio

http://www.chilango.com/arte/nota/2010/08/09/montserrat-diaz

y la liga a su blog

http://www.monserga-lunatica.blogspot.com/

viernes, 25 de junio de 2010

Arte explicado en mapas conceptuales

por Adriana Alba








El despertar de la modernidad a finales del Siglo XIX: El Palacio de Hierro y su magnificencia europea


por Rocío Álvarez


Caminando por el centro de la Ciudad de los Palacios, me detengo desde el otro lado de la historia y me traslado al “orden y progreso” del que hablaba Porfirio Díaz; con esa historia que imprime las huellas todavía del rechinar de las calesas de finales del Siglo XIX; huele a perfume antiguo y ciego, en donde se escucha todavía el crujir rítmico del choque con unas baldosas irregulares, donde surge la idea vanguardista creada por la compañía europea Tron Company que se dio a la tarea de amalgamar dos culturas en pleno desarrollo, que junto con los hermanos arquitectos de la Hidalga, realizan su sueño con la construcción del edificio más alto del entorno en el centro de la Ciudad de México.

Grandes construcciones como El Palacio de Gobierno, suntuosidad barroca de la periferia, se ven amenazadas. Sus grandes arcadas y sus formas geométricas de medio punto, de materiales orgánicos enmohecidos con el paso del tiempo, con una dirección horizontal dominante y orgullosa del ayer y del hoy, acogiendo a las grandes multitudes a las que la sociedad porfirista estaba acostumbrada tienen que dar paso a la modernidad de ese entonces.

Así también, el misticismo y religiosidad de la Iglesia de San Bernardo se ven profanados en su estructura, arquitectura sólida, artesanal donde los indígenas construyeron fervientemente cada una de las figuras exteriores. Así prevalecen imágenes sacras esculpidas en cantera con manos impregnadas de sudor y fe.

Novedosos escaparates modifican un estilo de vida. Lujo y excentricidad encerrados en cristales inalcanzables donde a la vista se ofrecía un mundo desconocido. La clase dominante se apropia de ese nuevo sistema de compra y venta que le permite reafirmar su poder económico. Por otro lado, la clase trabajadora sueña y se empequeñece al comprobar la distancia entre verlo, obtenerlo y soñarlo.

Centro de entretenimiento, punto de reunión, pitillos con boquilla pintados de carmines saturados, aromas exóticos…. Maderas, flores, encajes, corsets, labiales seductores; almizcle transpirando aromas de antaño, que huelen todavía a sed de poder.

Estructura de nuevas formas y elementos menos recargados como el barroco del arquetipo, que dio paso no sólo a un sistema urbano que lo transformó en metrópoli moderna, sino también abre la puerta a la utilización de nuevos materiales. La fortaleza del hierro como alma del edificio; la belleza del mármol, espejo pulido de suntuosidad que resguarda en combinación perfecta la esencia del edificio de tonos ocres desaturados y pardos; el brillo del latón reluciente que se enaltece con los reflejos multicolores de un sol estridente y cristales caleidoscopios que conciben la opulencia en este nuevo concepto de fortaleza y equilibrio.

Esta fastuosa idea de construcción nace en el Viejo Continente, en ese París de 1852, que se ha caracterizado toda la vida por su tradición en la elegancia, en esa capital francesa donde está en boga la línea recta, de colores puros, de interpretación geométrica y de las formas de la naturaleza; en esa Europa, del Barón Haussmann de Eiffel que buscan los nuevos estilos. Asimismo en ese París, se construye la primera tienda departamental, repitiéndose este patrón de construcción innovador en Inglaterra, donde paraguas y neblina gotean de modernidad. La Gran Manzana hereda en América los prototipos europeos en los años 1873 y 1876.

Es así como en los veintes la Capital Mexicana, de Siqueiros, Rivera y Orozco adoptan el concepto de espacios elaborados por plataformas, umbrales y grandes escaleras con diferentes ambientes internos, decorados con edificios sobresalientes y diversas plantas donde se exhiben murales de corte nacionalista.

En esas calles de antaño, calles de añoranza con aroma rancio, donde las ventas se ofrecían en abanicos multicolores y se mezclaban todas las clases sociales, canastas llenas de viandas y fiesta, algarabía y seducción, hoy conocidas como 20 de Noviembre y Venustiano Carranza, se erige esa belleza arquitectónica que recae en su monumental fachada principal. Custodiando a ésta como fieles guardianes, sobresalen dos columnas de mármol travertino italiano cuidadosamente pulidas, que separan tres vanos revestidos de hierro fundido y sólido que y abren las puertas del monumental edificio. En estas columnas de colores pardos desaturados, se ejerce la presión y descansan las estructuras superpuestas. Entre columna y columna a nivel piso, dos peldaños hexagonales que unidos con los vanos marcaban la diferencia entre lo común y la elegancia, dando la bienvenida a la suntuosidad. Primer cuerpo coronado por una techumbre semicircular, suspendida con una estructura de tambor soportada por barras de hierro y forradas con cristal opalino. En la parte frontal de la techumbre, un panel cubierto de mosaico veneciano con una clave tonal media menor en la que intervienen los pardos, azules en dos tonalidades, dorados y ocre desaturado. Materiales importados que mantienen una simetría en categoría isométrica conformando el ritmo en la estructura. En la parte central de dicho panel, orgullosamente rotulado el nombre de la tienda, alas de azules saturados. Texturas virtuales en los extremos, cadencia de flores y canto.

Los impresionantes portones de hierro fundido donde se entrelazan motivos florales orgánicos que protegen y custodian el edificio. En la parte media superior, un medallón en bronce donde se unen las iniciales PH, que conservan el aroma del barroco. En ese espacio que juega en un monograma de siglas entrelazadas con un ritmo y armonía del siempre, donde los escaparates muestran seductores la última moda del vestir y del hogar; en esos espacios de horizontalidad y verticalidad donde la luz y la sombra matizan los colores de la opulencia y crean la vanguardia de un comercio que exhibe las últimas tendencias y se entretejen con el ritmo isométrico de las vitrinas, se crea una historia que marca la diferencia de la arquitectura y del comercio.

Entre el Neoclásico y el Art Decó, convergen los diferentes cuerpos geométricos y se recrean dentro de la estructura principal. A partir de su segundo cuerpo, entra la forma cilíndrica que le da un aire de postmodernismo con una secuencia de vanos cuadrados hasta llegar al tercer cuerpo, irrumpidos por dos columnas que emergen desde el mismo segundo cuerpo hasta ese tercer cuerpo ininterrumpidos, para rematar con una serie más de vanos con esquinas redondeadas. En la ventanería vuelve a desfilar y toma distancia simétricamente el hierro como elemento principal. Entre cuerpo y cuerpo se muestran arquitrabes cubiertas por mosaicos venecianos siguiendo el mismo ritmo y diseño de la techumbre. Una vez más actúan los colores pardos, los azules desaturados y saturados, las formas orgánicas, los dorados y ocres se hacen presentes, dándole un toque de distinción y opulencia creado para una sociedad elitista porfiriana y que hoy día ese concepto de buen gusto prevalece para una sociedad selecta.

Sólido el hierro; sólido como edificio; sólida como construcción; sólido como comercio y sólido al encerrar en sus escaparates la solidez de este concepto…“Soy Totalmente Palacio”

El Palacio de Hierro, imponente estructura neoclásica, que nos muestra líneas rectas y curvas que aparentemente podría estar canalizado dentro de los patrones de sencillez, tiene sus grados de complejidad. No lo sencillo tiende a ser simplista, “menos es más”.

Así seguimos escalando y llegamos al cuarto cuerpo, antesala de la culminación de la fachada principal. Ventanería en celosía de hierro y cristal de dimensiones más pequeñas en perspectiva de altura. Estos vanos descansan en un repizón. Entre vano y vano dos figuras geométricas rectangulares, estandartes que terminan en la parte inferior con un arco mixtilíneo elaborado con mosaico veneciano refractario. Su color de fondo son pardos desaturados y el azul desaturado y saturado, donde resaltan nuevamente las formas orgánicas. Todo el elemento se encuentra delineado en un color marrón desaturado, sinfonía de colores confirmando una clave tonal mayor alta.

Esos colores que se repiten en espacios continuos de la arquitectura de la fachada, son fríos. Dentro de la ley de contraste, se manifiestan las formas, los tamaños, la simetría y texturas. El edificio exhibe una ley de unidad en la ventanería. El color, los ventanales, los vanos, columnas, una vez más todo se repite en los diferentes cuerpos, ángulos y espacios que armonizan en rima poética.

Una cúpula elíptica dominante corona esta edificación con una linterna simbólica, marquesina de publicidad. En la base, un anillo reforzando el poder irrumpido por contrafuertes. En ese tambor donde se detiene la cúpula, habitan una serie de vanos separados. Vanos remetidos sobre repizones y en la parte superior una cornisa. Sencillez en el recubrimiento, cemento pulido en pardo desaturado.

Salimos del Palacio, con olor de ayer; con calesas y la pausa sin prisas de la cotidianeidad; con el humo de un cigarrillo distraído que viajó a ese México de cielos azules; de levita y chistera; de sombreros de plumas y vestidos de encajes con polizón; a ese México pre-revolucionario; a ese México de los buenos días. Taxi!!!!!

Es así como podemos argumentar que aunque este edificio consta de ciertos elementos que manejan riqueza y opulencia como se menciona en párrafos anteriores, no se puede clasificar por su belleza artística o arquitectónica una obra de arte ya que no fue concebido para este fin. Este edificio cumple con los objetivos comerciales de ayer y hoy respondiendo a la misión y visión de innovar el nuevo concepto de comercio en el México de finales del siglo XIX en donde había un poco más de medio millón de habitantes. Solamente un mínimo porcentaje de esa población tenía la capacidad económica de visitar y realizar sus compras en este nuevo concepto de tienda departamental.

“No todo lo que brilla es oro”, porque aunque este edificio mantiene una estética revolucionaria por la diversidad de formas, elementos y materiales, se utilizan matices dorados que cumplen una misión a la que va dirigido el concepto comercial. Todos estos conceptos mantienen un lenguaje subliminal de brillo que seduce especialmente a la clase elitista y dominante. Es decir, a una clase aspiracional de querer ingresar sin importar el medio. Punto de reunión de grandes personalidades en donde el encuentro era reafirmar el poder económico.

Hoy en día, este concepto aunque se ha modificado de acuerdo a la época, se ha diversificado entre las clases y ya no solamente es para núcleos de altos extractos sociales, porque se puede visitar sin limitaciones que no es lo mismo que comprar. El glamour ha cambiado y la elegancia ya no tiene etiqueta.

viernes, 18 de junio de 2010

El Festín de Babette


por Corina Vivanco Rodríguez

Problemas contemporáneos del arte cinematográfico


El espectador es arrancado gradualmente de su mundo normal y transportado a una suerte de sueño consciente.
-P. Agostino Gemelli-

Hoy en día, la mayoría de los cineastas, realizan películas que interesen a las capas más numerosas de la sociedad. Esto lo logran recurriendo a los gustos e inclinaciones reales o supuestas del momento. El objetivo es meramente comercial y a éste quizá se subordine el artístico.

El presupuesto para llevar a la pantalla cine de arte cada vez es más reducido. Ya no se apuesta por la reflexión como la que nos exige alguna obre de Bergman, o por la experiencia estética que nos pueda provocar una film como los de Akira Kurosawa.

El cine comercial aprovecha al máximo la gran influencia que ejerce desplegando la actividad psíquica del espectador, sobre todo la del inconsciente, encontrando una resistencia nula o casi nula, es decir, no hay reflexión acerca del discurso del director, del argumento, de la fotografía etcétera.

Creo que el objetivo del cine no debe quedarse en el nivel de la diversión, el espectador tiene la obligación de prepararse para entender el lenguaje cinematográfico y poder desentrañar el mensaje real de lo que ve desde una visión objetiva y crítica, superando la simple impresión y pasando al conocimiento que implique una responsabilidad como persona y como ciudadano.

El cine nos ayuda a conocernos, a entendernos, a entender por ejemplo las fuerzas políticas o religiosas que guían nuestra vida. Funciona como un espejo en el que quizá veamos nuestro reflejo o el negativo del mismo.

Desde la Antigüedad, Platón distinguió en el hombre cuerpo y alma. Declaró que el cuerpo era un obstáculo para que el hombre pudiera encontrar la verdad y por ende la felicidad. Esta creencia se fortaleció en la Edad Media y matizó las creencias de muchas sectas religiosas.

El cuento de Karen von Blixen, alias Isaac Dinesen, “El Festín de Babette”, llevado al cine por Gabriel Axel, nos ofrece una visión de las creencias puritanas en un pueblito ubicado en la costa de Jutlandia, Una chef francesa, que llega huyendo de la guerra civil en Francia, abre las puertas a los placeres sensuales. En este punto, la película nos hace preguntarnos si para que la vida espiritual crezca es necesario ignorar las sensaciones del cuerpo o quizá éstas constituyan un puente para profundizar en la misma. El lenguaje cinematográfico es manejado bellamente por Axel haciendo de este film una obra de arte.

A continuación se ofrece un análisis del “Festín de Babette” con el simple propósito de invitar al espectador a reflexionar acerca de la misma.
El director de este film, Gabriel Axel, es un escandinavo austero que vive un eterno romance tanto con el cine como con la comida francesa. En 1987, Paul Chutkow, lo entrevista y comenta que al entrar a su departamento ubicado en París lo primero que saltó a sus ojos fueron unas máscaras de teatro, pruebas de sus inicios en el arte, colocadas sobre la pared de manera simple y metódica. “Artista concentrado en la perfección”, ése es su diagnóstico. En las repisas de su librero, agrega Chutkow, descansan libros de trabajo llenos de fotografías y artículos de periódico coleccionados a lo largo de toda una vida esperando ofrecer ideas que alcancen su plenitud en la pantalla.

El ferviente gourmet, el artista apasionado, el director dedicado ése es Gabriel Axel, quien se deja llevar por la pasión lo mismo al oír “Acción” como “La cena está servida”. Su película “El Festín de Babette” es un canto a la vida a través de los sentidos y de la espiritualidad. Ganadora de un premio de la Academia como mejor película extranjera en el año de 1987 fue recibida calurosamente por los críticos en el Festival del Film en Nueva York y en otros festivales alrededor de Europa. La historia se centra en un festín de comida francesa que sorprende gratamente a los integrantes de una pequeña aldea ubicada en la costa de Jutlandia a finales del siglo XIX. Un film lleno de contrastes entre los placeres sensuales y las ideas luteranas de la pureza espiritual. La joie de vivre francesa contra la austeridad danesa, el artista solitario en contra de un mundo por lo general incomprensivo.

Axel comenta que por 14 años trajo en la cabeza la idea de hacer esta película en la que se exponen por un lado los valores y el carácter del hombre escandinavo y por otro la naturaleza del verdadero artista. Él se sintió muy identificado con lo que la baronesa Karen von Blixen fue capaz de expresar a través del personaje de Babette, la chef que prepara el festín.

Para Axel, todas las artes están íntimamente unidas y todas son un matrimonio de pasión y obra de arte, detalle y atmósfera, color y textura.

Como Karen von Blixen, Axel tuvo que dejar Dinamarca en la búsqueda de su identidad y reconocimiento artístico. Hijo de un ingeniero, Axel pasó la mayor parte de su vida en Francia y después regresó a su país natal para estudiar en el Conservatorio Nacional de Dinamarca. Pero el verdadero aprendizaje llegó cuando se empleó como auxiliar del gran Louis Jouvet, uno de los más afamados actores y directores que ha dado Francia.

Muchos años se la pasó viajando entre París y Copenhague, hasta que en 1977 el limitado ambiente laboral en suciedad natal lo orilló a quedarse en Francia. Su cultura y su gusto por la cocina son en mayor medida franceses gracias a la dedicación que su esposa de 33 años de edad le prodiga. Ya casi por cumplir su septuagésima década, Axel mantiene el vigor de un hombre en sus cincuentas y todo por el amor; el amor de su familia, de sus hijos y de sus nietos.

Con su experiencia en el cine, su educación bicultural y su profunda inmersión en la cocina francesa, Axel encuentra en Babette el mejor medio para volcar todos esos sentimientos.

En primera instancia la narración fue vendida al “Ladies home journal” en el año de 1950. Más tarde fue publicada en su colección de cuentos “Anécdotas del destino”.

La historia narra cómo Babette, después de que su hijo y su esposo fueran asesinados en el levantamiento de la Comuna, huye de París en el año de 1871 y se refugia en Dinamarca.

La película, pese a poseer una estructura sencilla , logra enganchar al espectador desde que inicia. En la primera secuencia una voz en off, nos cuenta que en su vejez y a pesar de ser tan puritanas, las hijas del pastor de la aldea vivían acompañadas por Babette, un ama de llaves francesa (las mujeres de esta nacionalidad tenían fama de ligeras). La voz en off sugiere que los motivos hay que buscarlos en el pasado y en “los recónditos dominios del corazón”.

Como tema primario el film nos presenta dos rostros antagónicos: el de la soledad de unas vidas minúsculas y efímeras y sin mayor trascendencia, y el de la plenitud terca, inmune a cualquier desgracia. La religión es el eje rector de la forma de vida de la aldea,.el cual condena cualquier disfrute corporal.

Los temas secundarios que convergen por su acción al tema principal son la solidaridad, la lealtad y la gratitud que una persona puede demostrar por el hecho de haber sido ayudada en un momento de gran tristeza.

La ambientación exterior está conformada por el mar de fondo y un gran cielo nublado encima de una pequeña aldea evocando en el espectador sentimientos de soledad, como los que experimenta el cantante de ópera Achille Papin a su llegada.

La atmósfera es completamente ascética y se exalta lo espiritual sobre las necesidades físicas las cuales se deben mantener al margen ya que son consideradas como una vía de perdición.

El vestuario nos indica que viven en un lugar frío y ventoso y sus colores resaltan lo rutinario de la vida en la aldea. Las celebraciones son modestas y de un gran recato.

El talento fotográfico de Axel crea el marco ideal para la historia. En general, la luz en el exterior es tenue y en el interior se realza con la luz de las lámparas de aceite. En las imágenes predominan las líneas horizontales, con el fin de que se genere una sensación de quietud y de paz.

El decorado va de acuerdo con la época: finales del siglo XIX y la zona: la costa remota de Jutlandia y por supuesto con las creencias religiosas puritanas que rigen la vida de ese lugar.

En general es escueto, carente de decorados elegantes, ya que la prioridad después de nutrir una vida espiritual es satisfacer las necesidades básicas como la alimentación y el vestido.
En cuanto a colores, los que predominan son los fríos como el azul y el gris los cuales contrastan con los colores vivos de la corte de Estocolmo como el rojo que encontramos tanto en la decoración (cortinas, flores, joyas) y en el vestuario de las damas.

Los movimientos de cámara son un procedimiento de narración ante todo y en este caso se dan de manera muy suave. Si analizamos el travelling hacia atrás que se hace en la primera secuencia en donde primero se enfoca el mar y luego la aldea, podemos decir que el Axel lo hace con el fin de que el espectador dimensione su tamaño y se sitúe dentro de la misma

En cuanto a los planos, en general se utilizan planos medios, primeros planos y close ups para que la visión del espectador sea, en términos generales, subjetiva y éste se identifique con los personajes. En ocasiones se pasa de la visión subjetiva a la expresiva como en la secuencia de la preparación y el ofrecimiento del banquete en la que apreciamos el arte de preparar dichos platillos y su disfrute, que se evoca en las expresiones faciales de los feligreses.

El montaje, paso importantísimo para lograr la continuidad y el ritmo de la película, es limpio y logra la claridad que se necesita para entender la historia. A través de éste se persuade y seduce al espectador para que no tenga oportunidad de perder el interés.

A través del montaje por analogía, Axel crea hermosos contrastes entre el ascetismo y el placer de los sentidos como que se da entre la casa de las hermanas y el palacete de la señora Lovenheilm o el que se da entre las reuniones en la casa del pastor en las que se ofrece de manera muy modesta té y galletas y el baile de la corte en Estocolmo.

La alternancia de los planos es baja ya que en la película la atención va directamente a la expresión corporal del personaje dando por resultado un montaje analítico. Se logra un ritmo lento, con el objetivo de que el espectador penetre poco a poco en el sentimiento ascético de la aldea y después, por contraste comprenda a nivel sensitivo el festín en la secuencia final.

El montaje es de retorno parcial lo que facilita la explicación de la llegada Babette a la pequeña aldea, regresando en el tiempo y luego se retomando el presente para poder llegar al desenlace.

La elección de las imágenes finales supone el conocimiento preciso por parte de Axel del estado en el que se encuentra el espectador. Después de disfrutar la vida a través de los sabores, los feligreses gustosos, elevan su espíritu.

Con respecto al sonido, la película cuenta con un narrador con voz en off, (Ghita Norby) cuyo objetivo es introducirnos en la historia y presentar a los personajes y sus creencias.

El sonido ambiental, el mar, la naturaleza, los pájaros tienen como fin subrayar el significado de la imagen. Los instrumentos musicales utilizados para música de fondo son el violín y el piano tocados de manera muy discreta.

Los cantos religiosos entonados tanto por los feligreses como por Filipa son el plato fuerte del sonido. Buscan realzar la vida espiritual sobre la vida sensual y sensitiva. La campana de la capilla se oye a los lejos en diferentes instantes, como recordatorio del deber de llevar una vida sencilla y profundamente espiritual.

Con respecto a los personajes y sus interpretaciones podemos decir que Stéphane Audran sobresale al desaparecer como actriz tras el personaje de Babette y nos muestra que a pesar de sufrir una gran tristeza por la pérdida de su esposo e hijo sigue en pie reconociéndose como una artista culinaria lo cual la hace sentirse plena. La vida ascética de la aldea no es problema para ella porque mantiene la esperanza de ser la cocinera que debió ser en la presencia de Dios, como lo menciona Filipa.

Bodil Kjer y Brigitte Federspiel son las hermanas Martine y Filipa, las cuales renuncian al amor y al matrimonio y dedican su vida a alimentar a los pobres, a los viejos y a los enfermos.

Las actuaciones de Jara Kulle y Lean Phillipe Lafont como el general Lorens y el cantante de ópera Achille Papin respectivamente son tan verosímiles como la de los personajes secundarios. Logran construir el auténtico ambiente de una aldea e introducirnos a él.

En cuanto a la puntuación cinematográfica utilizada, ésta nuca llega a ser drástica. El signo que resalta es el fundido encadenado que se da entre la imagen de las hermanas con cierta edad y la imagen de ellas mismas en la flor de la vida. Además de que hay una relación dramática y plástica entre las dos imágenes se añade una noción de tiempo.

Con respecto a la iconología, al inicio del film, Axel nos muestra el pescado puesto a secar. El símbolo del pez es en la religión católica nos habla de Jesús, hijo de Dios, pescador de hombres, salvador de la humanidad. Esta imagen representa la fe en Dios como fundamento de la aldea.

El festín está conformado, entre otras cosas, por sopa de tortuga y codorniz a la sarcófago. Según Dom Pernety, célebre hermetista del siglo XVIII, la tortuga es el símbolo de la materia del arte es decir, la materia prima que es transformada por unas manos talentosas. La codorniz , en lenguaje figurado, es símbolo de calor. El oficio de Babette es arte que brota del alma, da calor y hace felices a los comensales

Es una película que a través de su fotografía alimenta nuestra alma a través de un juego con los sentidos. El no sentir frente a la celebración de la vida a través del cuerpo. Muchos caminos conducen a Dios no sólo el de los sentidos. Cuando se está lejos de alguien a quien amamos podremos alcanzarlo con la mente pero sobre todo con el corazón.

Alimento para el alma, así califico a esta película que expone, sin juicios, formas de vida tan diferentes que le exigen al hombre encontrar puntos de encuentro, el justo medio en cada situación.
La espiritualidad y el cuerpo son parte de un todo que para encontrar la plenitud necesitan ser reconocidos y respetados. Los sentidos enriquecen la vida espiritual porque a través de ellos celebramos la vida y nos acercamos a Dios.

Esta película aborda la postura de vivir creando un abismo entre el alma y el cuerpo, ignorar cualquier sentido corporal con el fin de no ser tentado por el mal. El festín, nos ofrece la posibilidad de construir puentes a través de los sentidos y el espíritu, que sin duda nos acercarán a Dios.

Como conclusión, puedo decir que en “El Festín de Babette”, Axel retrata su personalidad y referencia su propia existencia, contrastando el ambiente austero y sobrio en el que creció, con la riqueza culinaria francesa.
La aldea vive en la indigencia de los sentidos, las sensaciones placenteras hibernan frente a los colores pálidos y grises de las costas de Jutlandia, la austeridad en el modo de vida y la comida frugal.
Pero la vida se rebela y busca nutrirse, manifestarse y consolarse en ricos sabores y olores, en hermosas sensaciones táctiles y bellas y coloridas imágenes como las que ofrece el festín. El espíritu finalmente es interpelado a través de los sentidos, ¡Hay que dar gracias a Dios!

Anexo 1

Análsis gráfico basado en la construcción y progresión dramática del argumento

a) Planteamiento: Presentación del pueblo y de sus habitantes. Se expone la llegada de una francesa que es empleada como ama de llaves en la casa de unas hermanas puritanas.

b) Desarrollo: el amor hace su aparición en la vida de cada una de las hermanas. La renuncia al amor. El inexorable paso de la vida.

c) Clímax o nudo: Babette se gana un premio de 10,000 francos en la lotería, los cuales decide gastar para ofrecer una cena francesa en el natalicio número 100 del pastor ya finado de la secta, padre de las hermanas.

Lista de secuencias:

1.- Presentación del lugar donde se sitúa la aldea, en un remoto lugar de Dinamarca, su situación geográfica, el clima, tipo de casas. Se muestra el oficio de la aldea que es el de la pesca y su forma de vivir.

2.- Presentación de las hermanas, hijas de un estricto pastor luterano. Martina, llamada así por Martín Lutero y Filipa, llamada así por Filipo Melanchton, amigo y biógrafo de Lutero. Presentación de sus ocupaciones y de su padre a través de una imagen suya.

3.-Presentación de los feligreses y del ama de llaves francesa que es Babette.

4.- Se va al pasado. Se muestran las hermanas jóvenes en el interior de la pequeña iglesia. Ellas son pretendidas por jóvenes.

5.- Presentación del pretendiente militar de Martina, cómo se conocieron, cómo se integra a la secta religiosa y el adiós.

6.-Presentación de la vida de la corte en Estocolmo.

7.- Achille Papin cantando en la Ópera Real de Estocolmo.

8.- Papin se traslada a la pequeña aldea en Jutlandia y conoce a Filipa. Se enamora de ella y le da clases de canto hasta que Filipa decide suspenderlas.

9.- La llegada de Babette en una noche de tormenta, su recibimiento por parte de las hermanas. La vida de Babette en ese pequeño lugar.

10.- La llegada del premio por el billete de lotería. Petición por parte de Babette para poder hacer la cena celebrando los 100 años del natalicio del pastor.

11.- Preocupación por la cena francesa que preparará Babette, las pesadillas de Martina, la junta con los feligreses.

12.- Preparación de la cena, el festín, el discurso del general y final.

martes, 15 de junio de 2010

El cine contra la historia: Inglourious Basterds



por Ana Sthal


El cine es toda una experiencia. Basta con que uno se siente cómodamente en su butaca y, con la mejor de las voluntades, se deje tomar de la mano por la cinta para llegar a sitios insospechados; el problema aquí es esto de “la mejor de las voluntades”. Hoy día, autores y creadores experimentan ciertas dificultades en la realización de las cintas, además de las técnicas, por el impacto que ésta puede tener en el público.


Es éste el caso de Quentin Tarantino, amado por muchos, odiado por otros, que en 2009 presentó, nuevamente con escándalo, una película en el festival de Cannes: Bastardos sin Gloria (Inglourious Basterds), la cinta de guerra que probablemente destruirá la concepción que se tiene hasta ahora del cine bélico, que ya bastante ha cambiado con la percepción cinematográfica de los más recientes conflictos en el mundo.


Once upon a time... in nazi-occupied Francerezan las líneas de apertura al maravilloso y sádico universo del creador de Pulp Fiction. “Había una vez”, como en los cuentos de hadas, comunica al espectador, de entrada, la clase de cinta que está por verse: alejada de la realidad. Estelarizada por Brad Pitt, Mélanie Laurent y el inigualable Christoph Waltz, Bastardos sin gloria narra dos historias que se unirán en un sólo acontecimiento: Shosanna Dreyfuss (Laurent), una chica judía que es la única sobreviviente de la masacre de su familia y Aldo Raine (Pitt), el líder de los Bastardos, un grupo de soldados judíos norteamericanos, irán, cada uno por su cuenta, escalando peldaños para alcanzar su meta: terminar con el Tercer Reich, encabezado por un Hitler de pacotilla y personificado en la magnífica figura de Hans Landa (Waltz).


Primer conflicto: la necesidad de Tarantino de burlarse de... bueno, de todo lo que esté a su alrededor, se manifiesta en su torcida versión de los hechos: los judíos se convierten en asesinos desalmados, descabellando cadáveres y asesinando alemanes; estos, en cambio, se presentan ante el espectador como perfectos idiotas con mucha suerte, o con muchas agallas. Esto hizo que la crítica judía recibiera a la cinta en Cannes como un insulto de casi tres horas de duración.


Segundo problema: la historia de Shosanna, oculta en un cine de París con un nombre falso, es el pretexto ideal para que Tarantino demuestre al mundo su erudición cinematográfica. El hecho es que a pocos críticos les pareció agradable que el cineasta les dijera, en casi tres horas de imagenes, “sé tanto o más que ustedes”.


El resultado: la crítica en Cannes recibió la película con fuerte disgusto. Sin embargo, los seguidores del director consideramos que a la cinta debe vérsele con ojos más benévolos, si no es que admirados. La controversia envuelve, una vez más, al californiano.


Debo decir, con toda sinceridad, que el filme es como una bofetada al espectador. Nos dice “la guerra no fue como tú la pensabas: fue peor”. Aunque se escude en la ilusión del cuento de hadas, Tarantino nos presenta su versión de los hechos, o bien, lo que a él le hubiera gustado que sucediera, todo al ritmo del western y con su clásico sello de exploitation. Además, es cierto, la película es una oda al cine: los treinta y cuarenta, los setenta y ochenta y un buen reflejo de la década actual desfilan ante nuestros ojos en un sinfín de referencias, implícitas y explícitas, a la historia del cine, a los realizadores, actores y estilos, haciendo de la cinta un enredijo bastante complicado de explicar en una sentada.


Con todo, el atrevido filme ha hecho una fisura y a la vez un conglomerado; ha puesto, como dije antes, al creador en el ojo del huracán. Lo que sí se reconoció abiertamente desde el festival de Cannes, es la impresionante actuación del austriaco Christoph Waltz, quien da vida al villano de la historia. Hans Landa es el seductor cazador de judíos, de refinados modales e ideas perturbadas; he de decir que es el villano más adorable que he visto, juega con el amor y el odio del espectador, dejándonos confundidos con nuestra percepción de la realidad, del bien y del mal.


En el aspecto técnico nadie puede negar la pericia del director. Lo que se discute es su manera de acercarse al mundo y de presentar una historia. ¿Que es atrevida e insolente? Nadie dijo que no lo fuera, estos son precisamente los detalles que hacen de Tarantino la figura que es hoy. ¿Que no es para todo tipo de público? Perfectamente comprensible, aunque esto lo sabemos desde la primera cinta del director. ¿Que ofende profundamente, cuestiona nuestra manera de ver la historia y nos dejará boquiabiertos? Son, todas estas, las intenciones del realizador. ¿Que es la obra maestra de Quentin Tarantino? Una servidora se atreve a coincidir al cien por ciento con esta afirmación.


El peso del juicio de la crítica compite con la autoevaluación de Tarantino. Finalmente serán los espectadores quienes tengan la última palabra: el cine es, como todo arte hoy, negocio; un negocio multimillonario. Influyentes en la fortuna crítica de la obra estarán las cifras y los premios que ésta ha alcanzado y alcanzará. Lo que en un inicio podría haber sido tomado como cine de culto se mezcla hoy con el fenómeno comercial, el blockbuster. El director de culto, Quentin Tarantino, está llevando al mundo a interesarse por sus producciones, y con esta última cinta amarra perfectamente lo que en las entrevistas en Cannes dijo: “El cine derrotará al Tercer Reich”. El cine -su cine- cambiará la percepción que se tiene de la historia. O por lo menos la manera de verla a través de la lente de una cámara.




El Arte en el Monumento a la Independencia



por Eva Sánchez

Mi investigación acerca del Monumento a la Independencia surgió a raíz de que las autoridades promovieron la celebración del Bicentenario de la Independencia, misma que me llevó a preguntarme cuál ha sido su historia desde la colocación de la primera piedra para su construcción hasta nuestros días, de dónde “El Ángel” ha sido tomado como símbolo de la Ciudad de México.

El interés por erigir un monumento a los héroes independentistas tuvo varios intentos, el primero fue en 1843 por orden de Antonio López de Santa Anna, el cual dio inicio con la construcción del zócalo en la Plaza de la Constitución, misma que desafortunadamente sólo quedó en ese intento, motivo por el cual se le designa también el nombre de Zócalo a dicha Plaza. Posteriormente, el mismo proyecto fue retomado por Maximiliano de Habsburgo en 1864, debido al gran interés que tenía en llevar a cabo grandes obras urbanas en la Ciudad, con la única consigna de cambiar el remate de la columna, de un ángel, a una águila imperial. Tampoco en esta ocasión se concretó a causa de la caída del Imperio y en consecuencia el fusilamiento de Maximiliano en 1867.

Durante el gobierno de Porfirio Díaz, la construcción del Monumento a la Independencia se contempló para conmemorar el primer centenario de la Independencia de México, algo incongruente con el gobierno de dictadura que se vivía después de años de la proclamada Independencia. Se encuentra colocado en la glorieta del cruce de Paseo de la Reforma y las calles de Florencia y Río Tíber, con su frente principal dirigido hacia la Ciudad. La colocación de la primera piedra se llevó a cabo el 2 de enero de 1902 y fue inaugurado por el Presidente de México el 16 de septiembre de 1910. El nombre designado oficialmente, se ha ido transformando a través del tiempo, para ser conocido popularmente como El Ángel, El Ángel de la Independencia, para algunos La Columna de la Independencia y por otros mejor dicho, La Victoria Alada.

El interés que reviste este monumento, y principalmente La Victoria Alada que corona la columna, ha sido muy importante a través de su historia, por lo cual al recurrir a diferentes fuentes encontré datos que me sirvieron para complementar el análisis de toda la carga simbólica que encierra y es digna de considerarse como una obra de arte histórica en memoria a los héroes de la independencia. Asimismo, el pueblo lo ha tomado como punto de reunión para manifestaciones, conciertos y principalmente el festejo de triunfos deportivos, a la par de los que se viven en la Plaza de la Constitución, mismos que sirven de pretexto para identificarse como parte de una nación.

Al quererlo catalogar como una de obra de arte en sí, encontré que está considerado dentro del neoclásico porque a simple vista es el estilo que predomina, gracias a su forma estilizada, que parte de la base con un trabajo en tablerado y sostiene esculturas en mármol y bronce en diseños de líneas tan sencillas y bellas que la complementan y son parte de esta corriente; parece como si fuera una figura femenina de cuerpo esbelto que se va pronunciando con lo alargado de la columna o fuste, hasta llegar al capitel corintio y rematar con La Victoria Alada como la cabeza principal del Monumento. Debido a la tendencia hacia el afrancesamiento que hubo en México, este estilo se aplicó en todas las artes durante el porfiriato.

En los elementos que lo conforman, encontré mezclados materiales y estilos: la piedra chiluca y el onix de origen netamente mexicano, fue labrado magistralmente por artesanos mexicanos, quienes lo revistieron con elementos neoclásicos, pero a la vez, el tallado de formas orgánicos como guirnaldas de olivo, flores de cinco pétalos, palmas, enredaderas y algunos moños, rememoran el estilo barroco y dan contraste con los elaborados mármoles, granito y bronces traídos de Italia; y cómo ignorar la lámpara votiva colocada posteriormente por decreto del presidente Emilio Portes Gil, su diseño recuerda un pebetero teotihuacano, consta de un soporte con forma de huehuetl (tambor), con las ataduras de los años y un chimalli (escudo azteca) en el que se utilizó el ónix poblano, el cual considero rompe totalmente con el espacio que ocupa.

Sin duda al introducirme más en la apreciación de nuestro Monumento a la Independencia, me di cuenta que las mezclas que lo conforman, merecen ubicarlo no dentro del neoclásico, sino como un monumento estilo ecléctico muy particular, característico del arte mexicano hasta nuestros tiempos.

lunes, 7 de junio de 2010

Para empezar, unas palabras sobre el Arte

El Arte reta, provoca, incita, desafía, amenaza, cuestiona, persuade, exhorta, seduce; es retado, provocado, incitado, desafiado, amenazado, cuestionado, persuadido, exhortado, seducido. El Arte es elemento cáustico, incisivo, neutralizador, válvula de escape o espejo. Es, por todas las características antes mencionadas, digno de estudio, reflexión y análisis, todo lo cual presenta, tanto al creador como al estudioso, un sinnúmero de retos a superar.

Este blog surge como una alternativa a la creación de una revista. El motivo inicial: la evaluación de la materia de Problemas Contemporáneos del Arte de la Licenciatura en Ciencias Humanas, impartida en el Centro Universitario de Integración Humanística. Este pretexto nos otorga a las estudiantes de décimo semestre la oportunidad de incursionar en la creación de textos que, sin descripciones exhaustivas, tienen que ver con el Arte y sus retos.

Las autoras esperamos que este espacio sirva para informar, inquietar, provocar y discutir las cuestiones que surgieron, surgen y surgirán alrededor de las distintas manifestaciones artísticas. Damos a los lectores de estas líneas la más cordial de las bienvenidas y el más caluroso de los aplausos por su atrevimiento a adentrarse en el complejo y fascinante mundo del Arte, y de la misma manera solicitamos su participación para su difusión y la de las Humanidades.